Prueba: Honda Civic Elegance 1.6 i-DTEC.
El coche que tuvimos la oportunidad de probar la semana pasada, "a priori" no resulta ninguna novedad. El nuevo Civic lleva ya más de un año entre nosotros y no es tan raro verlo por nuestras calles; pero realmente lo que tuvimos la oportunidad de probar a fondo fue su novedoso motor diésel de baja cilindrada, ya que hasta hace relativamente poco, se servían del impertérrito bloque con 2.2 litros como única opción diésel disponible. Pero debido a las fuertes medidas anticontaminación y porqué no decirlo; a la evolución y revolución que está sufriendo el mundo del automóvil, ese motor ha pasado a mejor historia.
Nos centraremos en el funcionamiento de ese motor, pero tampoco dejaremos de lado otros conceptos clásicos como lo son el comportamiento, el diseño y demás.
La nueva mecánica se sirve de tan solo 1.6 litros de cilindrada, de los que se extraen 120cv de potencia. Este bloque motor se utiliza también en el todo-camino CR-V, del que hablaremos próximamente y se caracteriza por unos consumos frugales y una elasticidad digna de mención, según los responsables de marketing de la marca; ¿será cierto?.
"Se caracteriza por unos consumos frugales y una elasticidad digna de mención"
Para empezar; parece un motor bastante silencioso y desde dentro no se percibe ningún tipo de vibración extraña que nos haga pensar que estamos ante una mecánica alimentada por gasoleo, ya que es un coche muy bien insonorizado y en el que los materiales, a pesar de tener un aspecto básico, no lo son. Rodando a velocidades legales, el ruido del motor tampoco se entromete en el habitáculo en exceso y mantiene un ligero ronroneo, para nada molesto.
Llega la hora de dejar caer las revoluciones en cuarta velocidad y ver como recupera. El indicador de conducción ecológica del cuentakilómetros se torna de un color azul oscuro por unos momentos, pero enseguida se vuelve de color verde, lo cual nos dice que estamos haciendo bien las cosas. Es parte del sistema de ayuda a la conducción ecológica ECO Assist, en el que unos diales en el cuentakilómetros se vuelven de color azul intenso si no conducimos de una forma adecuada y se tornan a verde cuando realizamos una conducción correcta.
En cuestas también hace gala de un empuje excepcional y no es necesario "jugar" mucho con la palanca de cambios para insertar una relación menos porque se quede sin fuerza. El voluntarioso motor diésel mantiene una cierta elasticidad sin problemas.
Una vez en ciudad; el modelo que cayó en nuestras manos, tenía la función Stop&Start que podíamos desconectar por medio de un botón en la consola central. Esa función apaga el motor en retenciones o semáforos, siempre y cuando esté el coche en punto muerto, pero no desconecta ninguno de los sistemas eléctricos del habitáculo, como el climatizador, las luces...
Está muy bien para aquilatar los consumos en las grandes urbes, pero realmente es efectivo cuando está el coche parado más de 30 segundos, ya que cuando arranca de nuevo; sí que percibimos nítidamente el ruido del motor y en el típico "arranca-para" puede resultar bastante incómodo. Menos mal que es una función que se puede desconectar.
" Hace gala de un empuje excepcional y no es necesario "jugar" mucho con la palanca de cambios"
Éste motor tampoco está pensado para realizar una conducción deportiva, en la que estemos cambiando continuamente y aceleremos y frenemos como auténticos "energúmenos"; pero sí que podemos circular de manera "alegre" en cualquier tramo de autopista sin problemas (tan solo los que derivan de los radares y de los guardias de tráfico). No es así con respecto al chasis, ya que el Civic es un vehículo excepcional que aguanta con entereza cualquier tipo de curva y el esquema de suspensiones nos ofrece cierto regusto deportivo, pero sin menospreciar la capacidad de absorción sobre las irregularidades del terreno.
El voluntarioso motor puede acelerar el coche desde parado hasta los 100 Km/h en unos discretos 10,4 segundos y alcanza los 195 Km/h de velocidad punta. No son cifras estratosféricas, pero es que esta mecánica no está concebida para proporcionarnos esas sensaciones deportivas; sino para realizar una conducción placentera, segura, confortable y con unos parcos consumos. Quizá con la versión Type-R...
Como acabo de decir; la palabra que mejor define a éste motor es voluntarioso, y es que aunque no te "pegue" la espalda al asiento, el par disponible debajo del pedal del acelerador da mucho juego.
Nos vamos a meter ahora con los otros conceptos, también importantes en cualquier prueba de un coche.
El diseño exterior es de sobra conocido, pero cuando salió al mercado resultaba bastante controvertido con respecto a la generación anterior, que ya de por sí, supuso un giro de 180º respecto a las generaciones precedentes.
Llaman la atención sus formas extremadamente redondeadas y suaves por toda la carrocería, rotas por el diseño de unos faros mucho más angulosos y que "sobresalen" (parece que sobresalen) de la carrocería en el caso de los traseros, que además están situados muy elevados. Su visión general es la de un compacto convencional, pero en cuanto llegamos a su vista trasera; rompe con todos los moldes con el diseño de esos faros, unidos por un embellecedor que incorpora la tercera luz de freno y que además; parte a la luna trasera en dos mitades.
Estupendo..., ¿qué tal será la visión desde el retrovisor interior?. Cuando me senté en el habitáculo fue lo primero en lo que me fijé. Obviamente; es una visión extraña y realmente no te ofrece una panorámica de lo que sucede unos metros por detrás tuyo, pero le encontré una utilidad muy práctica, y es que si el coche que nos precede mantiene la distancia de seguridad; sus luces no nos molestan ya que son "eclipsadas" por ese embellecedor.
No os preocupéis por aparcar, porque tenéis la posibilidad de incorporar cámara de visión trasera que se activa en cuanto engranamos la marcha atrás y os recomiendo que la montéis siempre, ya que es muy útil en un coche con un perfil tan elevado y una luna trasera tan inclinada. Por fortuna, en nuestro acabado Elegance, venía de serie...
"La palabra que mejor define a éste motor es voluntarioso"
Una vez comprobado el retrovisor y después de echarle un vistazo general al cuadro de mandos, coloco el asiento para conducir. Son unos asientos mullidos, tapizados en cuero y tela, bastante comfortables a la hora de realizar viajes largos, además de estar calefactados, muy apropiados para esas noches de invierno frías en nuestra ciudad.
Desde el volante puedes controlarlo casi todo; desde el Bluethooth, el ordenador de a bordo, algunos comandos del navegador, el equipo de música..., y casi mejor; porque el salpicadero, aunque bien ordenado y orientado hacia el conductor, me pareció que tenía los mandos un poco pequeños y que deberíamos desviar la vista de la carretera más de lo normal si no queremos liarnos y activar lo que no queremos. Aunque también es justo reconocer, que todos los mandos quedan muy cerca de la mano y no hay que estirarse para pulsarlos.
El único "pero" que encontré, fue una situación bastante alejada del freno de mano; que no me hubiera importado lo más mínimo si mi acompañante hubiera sido una "pituki" con minifalda, ya que con la "tontería" le hubiera tocado la pierna cada vez que aparcaba; pero no fue el caso... Está muy alejado y casi rozando con el asiento del acompañante. Esto es algo muy propio de los coches japoneses, independiente mente, de que ellos conduzcan con el volante a la derecha.
El equipamiento de serie en nuestra edición Elegance es uno de los intermedios-altos y está bastante bien. Puede contar con elementos tales como sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara trasera, sistema de apertura sin llave y arranque por botón, climatizador bi-zona, asientos mixtos calefactados, navegador, control de velocidad de crucero y limitador, sensores de lluvia y luces, lunas traseras tintadas, sistema Eco-Assist, ordenador de a bordo, equipo de sonido con Subwoofer y toma de USB, alarma, Stop&Start desconectable, llantas de 17" o asistente de arranque en pendiente entre otros elementos de confort y seguridad.
"El cuadro de mandos tiene una visión muy tecnológica"
Las versiones a elegir también son varias y para todos los gustos; desde el acabado Executive, para los más sibaritas, pasando por el acabado Lifestyle, Sport, Elegance y Confort.
La habitabilidad es bastante buena, y cuatro personas viajarán de manera excepcional en cada una de sus plazas. Incluso si se diera el caso; una quinta persona no se sentiría del todo incómoda, ya que el túnel de transmisión no es muy elevado.
Tiene un gran maletero de 477 litros y según versiones; los asientos traseros son multiconfigurables.
Si plegamos esos asientos traseros hacia adelante, se queda un espacio de carga aprovechable de hasta 1.210 litros, con el suelo totalmente plano. Pero si lo que queremos transportar es un objeto largo y alto, como una televisión de plasma o un cadáver...; el Honda te ofrece la posibilidad de levantar tan solo las butacas de los asientos traseros y dejar así ese espacio libre, como veis en las fotos. Una solución muy bien pensada y que aporta un plus de modularidad al conjunto, que no tienen otros coches.
La dirección es muy directa y comunicativa en todo momento, las suspensiones no son lo suficientemente firmes como para abordar una carretera sinuosa a toda velocidad, pero tampoco lo suficientemente blandas como para que el coche se parezca a una barca. No balancéa en exceso y mantiene un equilibrio justo entre confort y agarre.
La palanca de cambios de 6 relaciones (tanto la manual como la automática) tiene un accionamiento perfecto y está en la posición justa para hacerte la vida más fácil a la hora de insertar las marchas. De recorridos cortos y muy sencilla de gestionar en todo momento, tengo que decir que la sexta velocidad está un poco a "desmano" y debemos de "acompañarla" más de la cuenta cuando pasamos desde quinta, si no queremos insertar la cuarta por error.
Los frenos son suficientes y no se agotan lo más mínimo por mucho que les "castiguemos", pero como he dicho anteriormente; es un coche que por motor, no nos va a invitar ha explorar sus límites.
"Es un coche muy solvente y que hace todo bien, pero no destaca en nada en concreto."
Su medio natural son las vías en buen estado y es un coche ideal para mantener trayectos largos a velocidades constantes y legales, aunque si le pedimos algo más; sabemos que hay margen más que de sobra debajo de nuestro pié derecho y con un chasis muy solvente.
Conclusión final:
El nuevo Honda Civic con el nuevo motor 1.6 diésel es un buen compacto; hace todo bien, pero no destaca en nada.
Otros rivales igual son más incisivos en una carretera de montaña o más divertidos de conducir, pero son insufribles en un viaje largo y bastante "gastones". Otros igual son muy frugales, pero realmente "sosos" y anodinos en cualquier tipo de conducción. Otros son grandes ruteros, pero carecen de un equipamiento a la altura...
¿Criticable?; pues por ejemplo, la posición del freno de mano, casi a la vera del asiento del acompañante; unos materiales del salpicadero mejorables al tacto, no tanto a la vista, auque son de una calidad excepcional, un cuadro de mandos que se me antoja un poco pequeño, ya que parece bastante comprimido para todos los mandos que aglutina, que no son tantos; pero que parecen más en un espacio tan reducido...
Los precios parten desde los 19.100 euros para la versión Comfort con el motor de gasolina 1.4 i-VTEC, hasta los más de 27.000 euros para la versión Executive con el mismo motor que nosotros y todas las opciones disponibles. Nuestra unidad se quedaba en unos atractivos 22.700 euros como precio base.
Todos los Civic son de 5 puertas (aunque no lo parezca) y se puede elegir con la transmisión automática pero solo para el motor de gasolina 1.8 i-VTEC. Además; existe la posibilidad de escogerlo con la carrocería familiar Sport Tourer, con lo que ganaríamos bastante más en cuanto a capacidad del maletero, que en esta ocasión alcanzaría los 624 litros. No perdería ni un ápice su espectacular y afilado diseño y nos encontraríamos con una versión más versátil y aprovechable.
También tienes la posibilidad de personalizar aun más tu coche con los diversos packs que te ofrece la propia marca, que incluyen aditamentos estéticos como un alerón posterior más grande, faldones laterales, diferentes diseños de llantas, embellecedores varios, diferentes colores exclusivos para el interior o el exterior...
La gama de colores se compone de 9 tonalidades metalizadas, para que encuentres el que mejor combine con tu estilo y personalidad (el de la unidad probada era un Blanco Orquídea Perlado).
En definitiva; el Civic es un gran compacto, que no tiene nada en especial, pero que a la vez; lo hace todo correctamente.
Si eres una persona dinámica, amante del diseño y de la tecnología, que te gusta "escaparte" los fines de semana con tu pareja y unos amigos y que no le das una mayor importancia a las sensaciones extremas al volante ni a la velocidad máxima, pero que quieres un vehículo que te lleve del punto A al punto B de la forma más relajada y segura, además de con el mínimo coste posible y que de vez en cuando, te de una alegría al cuerpo; el Civic 1.6 i-DTEC es una gran opción que deberías tener muy en cuenta.
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