Prueba - Skoda Spaceback 1.6 TDI 105 CV
Hoy en MotorProyect os
traemos una prueba de un modelo nuevecito, recién sacado del horno. Se trata
del Skoda Spaceback, la versión de 5
puertas del exitoso, al menos en el gremio del taxi, Skoda Rapid.
El Skoda Rapid ha sido
una inteligente apuesta por parte de Skoda. Teniendo en cuenta que la marca
checa ha aprovechado con eficacia las sinergias del Grupo VAG, con el Rapid no
iba a ser menos. Diseño sencillo y asimilable a la gama, espacioso interior, un
maletero enorme y un precio ajustado. Malo no será el producto si en la misma
factoría que el Rapid se fabrica también el Seat Toledo de última generación,
que es, salvo la pertinente diferenciación exterior, el mismo coche en todo.
Pese al auge hace años de
los monovolúmenes compactos (que parecen haber alcanzado una cota estable en el
mercado) y a la fuerte puja de los SUV medios, el segmento C sigue siendo el
más vendido en Europa. De esta manera, el Spaceback
(en España así denominado, Rapid Spaceback en otros mercados) llega para cubrir
la ausencia de Skoda en la categoría de los compactos.
- Exterior
A primera vista el
Spaceback parece más la versión familiar del Rapid y no la recortada de 5
puertas que en realidad es. De hecho esta es la impresión que me dio cuando vi
las primeras imágenes, impresión que se repetía constantemente durante la
prueba.
La longitud total se
queda en 4,30 m ,
18 cm
menos que el Rapid (perdidos sólo en el voladizo trasero, la distancia entre
ejes sigue siendo la misma de 2,60
m ). La anchura exterior de 1,71 m es inferior a la
habitual en la categoría y hace que el coche parezca alto y “delgado”.
Hasta el pilar B es igual
al Rapid, pero a partir de ahí todo cambia. El techo prosigue en una línea más horizontal.
Los ventanucos traseros extienden la superficie acristalada, enfatizando el
aspecto familiar del coche. La trasera y los focos parecen calcados del Octavia
SW, y el resultado general resulta más atractivo incluso que en el Rapid.
La unidad de pruebas
contaba con todo el equipamiento estético exterior disponible, que transforma
totalmente el coche respecto a las versiones “peladas”. Faros antiniebla,
espejos con carcasa negra brillante, llantas de 17” con detalles lacados en
negro, alerón, pilotos oscurecidos, lunas tintadas y un techo solar completo llaman
la atención, dando al Spaceback un aspecto dinámico, deportivo y muy juvenil.
Si se opta por la opción
del techo solar, también cambian el portón y la luna traseros, reforzando el look juvenil y dinámico que adquiere el
coche. La verdad es que con estos elementos el Spaceback presenta una
personalidad totalmente opuesta a la que ofrecen las versiones normales o el
propio Rapid. Tal y como se ve en las fotos resulta un coche atractivo y llama
bastante la atención.
Acercándonos un poco más
al coche, empezamos a percatarnos de detalles que evidencian la concepción low cost con la que se han desarrollado
los Rapid, Spaceback y Toledo. Por ejemplo; los tiradores de las puertas son exactamente los mismos que los del Seat León de
primera generación, y a través de la rejilla delantera se ve fácilmente la
espuma de poliestireno del interior del paragolpes. Pero lo que más me llamó la
atención es que en el eje trasero, a través de las llantas y pasos de rueda se
ven demasiado los elementos de la suspensión, incluso destaca sobremanera el
plateado silencioso del tubo de escape…
- Interior
El interior del Spaceback
se presenta con un salpicadero de buen aspecto. De diseño sobrio, muy alemán,
muy VAG; todo se encuentra a mano y ordenado. De hecho si no fuera por el
logotipo del volante, podríamos pensar que estamos subidos en un Golf o en un
Passat.
Es cuando empezamos a
tocar plásticos y paneles cuando vemos que los materiales y algunos detalles
del ajuste no corresponden con lo que estamos viendo. No hay ningún plástico
blando o gomoso en la consola, salpicadero o puertas.
Lo que menos me gustó
fueron los mandos del aire acondicionado (hay climatizador en opción, que queda mucho mejor). Quedan un poco fuera de la vista, pero una
vez te fijas en ellos resultan anacrónicos y rescatados de un modelo de hace
lustros. Dejemos al juicio de cada uno si es un aspecto de importancia o no, al
fin y al cabo todo es relativo (y sí, también relativo al precio).
Las plazas traseras
ofrecen una gran amplitud, y no sólo en espacio para las piernas. Mido 1,90 m y no tuve problemas
para acomodarme atrás, con los asientos delanteros en una posición normal
(incluso la necesaria por mí mismo) el espacio disponible es más que
suficiente. De altura al techo también va sobrado el Spaceback; incluso con el
techo solar opcional, que siempre quita algunos cm en esta cota, en ambas filas
de asientos no hay problema para acomodarse. En este punto he de mencionar que
con el techo solar abierto, la vista desde las plazas traseras resulta
espectacular, la pega es que para contener precios las cortinillas se operan
manualmente.
Respecto a la anchura
interior, el Spaceback engaña. Si bien visto desde fuera aparenta, y en verdad
es, un coche estrecho, en el interior no se traduce en ningún tipo de carencia.
La anchura y la amplitud son más que destacables y no desmerece frente a
modelos de la competencia, al fin y al cabo es una característica en la que la
práctica totalidad de modelos del mercado tiene siempre un “pero”.
El maletero del Rapid ya
es todo un prodigio y un récord de capacidad (550 l ) para un coche de su
tamaño, precio y categoría. En el Spaceback queda, lógicamente, mermado por el
recorte del voladizo trasero, pero aún así ofrece 415 litros , otro récord
en su tamaño y segmento. Pero no sólo de volumen vive un maletero, sino también
de su aprovechabilidad (palabro que me acabo de inventar), y es otra
característica en la que el Spaceback destaca, pues la apertura del portón, sus
formas regulares y sus posibilidades de compartimentación mediante un doble
fondo, huecos laterales y ganchos para redes facilitan más si cabe las
operaciones de carga, transporte y descarga.
Como aspectos a mejorar,
mencionar la bandeja del maletero que parece traída de hace 15 años o el
tirador de goma para cerrar el portón, que da la impresión de que se te va a
quedar en la mano. Hablando del portón, quizá al abrirlo quede en una posición
muy elevada que yo, personalmente, agradezco para no escamocharme, pero igual se
queda un poco más alto de lo habitual y dificulta su cierre.
- Conducción
La breve pero necesaria
prueba de conducción se desarrolló por vías de circunvalación y enlace por
Madrid, así como un poco de circulación urbana en zonas de nueva construcción y
sembradas de glorietas.
Es muy fácil acceder al
Spaceback y enseguida adoptar una posición cómoda y adecuada. El volante
forrado en cuero tiene un tacto extraño que me hizo dudar si en verdad era piel
o no, y los plásticos que lo adornan… sinceramente, para poner algo de ese
aspecto, calidad y ajuste, mejor no poner nada, pues desentona y desmerece al
conjunto.
El tacto general del
coche es bueno; volante, pedales y palanca de cambios se manejan con comodidad,
soltura y precisión. Como dije anteriormente, todos los botones y mandos quedan
a mano, fáciles de localizar y accionar, sencillo y práctico. El cuadro de
mandos queda presidido por dos relojes y una pantalla con toda la información
necesaria. Todo sencillo y legible, ¿para qué pedir más?
Es la primera vez que
llevo el 1.6 TDI alemán, y ha resultado una grata sorpresa que casi me hace
olvidar que tenía la ilusión de disponer del 1.4 TSI de 122 CV (ya puestos, con
cambio DSG). Es posible que los 105 CV de esta versión (tope de gama diesel, al
menos de momento) puedan antojarse escasos a priori, pero otra de las bondades
del Spaceback es un contenido peso que ayuda a la impresión de estar
conduciendo un motor más potente.
El 1.6 TDI responde con
suavidad y mueve con sobrada soltura al Spaceback. Resulta progresivo y
refinado, hasta el punto de que si no fuera por el rumor tractoril que se oye
al acelerar y su corto rango de revoluciones, podríamos pensar que estamos
llevando un motor de gasolina. Acelera de manera muy lineal, de hecho no
presenta el típico “tirón” de los diesel (y menos el mítico de su predecesor
1.9 TDI) entre 1500-2000 rpm. De esta manera resulta muy agradable y suave de
llevar, cosa que agradecerán los cuellos de nuestros pasajeros.
Saliendo de parado y
apretándole un poco las tuercas ofrece aceleración suficiente para salir de
situaciones apuradas o darte un pequeño homenaje de vez en cuando. A velocidad
constante responde y recupera con soltura, al menos en las condiciones de la
prueba con conductor y un pasajero.
Respecto al consumo, la
prueba fue demasiado corta como para dar una valoración precisa, pero dando
vistazos puntuales al indicador de consumo rara vez ví cifras superiores a los
6 l/100 km. Pese a disponer de sólo 5 marchas creo que puede ser muy sencillo
obtener medias de poco más de 4 l/100 km. La sensación que me dejó es que sin
problema podría con una 6ª para reducir aún más los consumos o practicar una
conducción relajada.
En marcha el coche
resulta silencioso y cómodo, el ruido del motor no es molesto ni vibra en exceso.
La suspensión resulta quizá un poco dura, pero no de reacciones secas o
bruscas. No sé hasta qué punto esto se debe a la suspensión en sí o a los
neumáticos opcionales en medida 215/40/R17, pero en ningún momento me resultó
incómodo.
- Conclusión
Creo que con el Spaceback
Skoda nos ofrece un producto muy interesante que puede satisfacer a un amplio
sector de potenciales compradores.
Por un lado nos
encontramos con un coche que se podría englobar dentro de la rama low cost. Aprovechando sinergias de
grupo, rescatando componentes de modelos pasados (pero sobradamente probados y
fiables), y sin caer en la tentación de ofrecer tecnologías de última hornada,
se puede ofrecer un coche con el que cubrir las necesidades de movilidad
sobradamente.
La relación entre el
precio y lo que ofrece el Spaceback es difícil de igualar. Dispone de un
equipamiento con pocas carencias reales (por ejemplo, ESP de serie en toda la
gama), salvo que se sea un adicto a gadgets y nuevas tecnologías, no se echa
nada en falta. Así resulta que incluso con los motores más básicos disponibles,
un coche ideal para moverse por trazados urbanos y periurbanos sin problemas.
Por el otro lado y viendo
la unidad de pruebas, el Spaceback puede transformarse en un coche llamativo y
muy satisfactorio. La pega de este “Doctor Hyde” es que si abusamos de la lista
de opciones para dejarlo al gusto, el precio acabará acercándose demasiado a
productos de la competencia, que puedan disponer de motores más potentes,
mejores materiales y acabados o posibilidades de equipamiento más completas.
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